En muchas ocasiones los domingos o lunes he leído estados o escuchado comentarios como: Uff de nuevo lunes! El fin de semana se va volando! Que pereza, de nuevo a trabajar! Una vez escuché a una persona decir que lo único que la motivaba a llegar al trabajo era la deuda que tenía. Discúlpenme, pero que vida más vacía, el trabajo no solo satisface nuestras necesidades, sino que es bueno para el alma y el cuerpo.
¿Nos hemos puesto a pensar en la cantidad de personas que desearían estar en nuestro puesto? Muchas veces no valoramos ese puesto de archivista, docente, conserje, secretaria, guarda, pero si el día menos esperado perdiéramos ese trabajo, sería todo lo contrario.
¡Bienvenidos!