Según mi criterio, y con base en la información previamente estudiada, se considera que la correcta aplicación del método cronológico en este caso consiste en ordenar los documentos por la fecha de creación, de forma ascendente, ya que esta refleja el momento real en que el documento fue producido o firmado. Además, permite mantener la secuencia original y, uno de los aspectos más relevantes, facilita la relación cronológica con otros documentos.
No obstante, aunque esta es la recomendación ideal, se deben tener presentes algunas limitaciones. Por ejemplo, un documento puede haber sido emitido varios días antes de su recepción, lo que podría provocar que, al ordenarlo, no refleje el verdadero momento de ingreso.